Hasta siempre camarada.

Me enteré hará algo más de un mes. Me sorprendió no haber sabido nada antes. Hoy es 31 de mayo, y Jorge Pérez Troya murió el 18 de febrero, hace ya más de tres meses.

Cada cierto tiempo a uno le da por pensar cual será el siguiente entierro en el que una multitud rendirá honor y homenaje a alguno de las y los viejecillos con alma y memoria de hierro que nos quedan. Esto lo suelo hacer casi semanalmente cuando paso por delante del edificio de la calle Santísima Trinidad en el que velaron el cuerpo de Dolores Ibárruri, y en el que miles de personas le rindieron homenaje. Pensaba que el día en que Jorge nos dejara, conoceriamos la noticia con rapidez e iriamos a despedirle con honores. No fue así.

A la pandilla de fariseos que opotunistamente hablan de recuperar la memoria histórica, y que gobernaron este país durante más de una década, debería de caersele la cara de verguenza. Mientras que en Francia, Jorge era una personalidad publicamente respetada, condecorado por François Mitterrand con la Legión de Honor, en España era un anciano anónimo.

Para entender quien era este camarada basta echar un vistazo a lo siguiente (extraido de aquí):

"(...)Allí estábamos con el abuelillo debajo de su gorrita, apoyado en su bastón, cuando un gendarme se acercó al equipo de filmación, probablemente con el ánimo de hinchar las pelotas. Jorge Pérez Troya sacó y mostró su documentación. El gendarme, emocionado, se cuadró militarmente ante su héroe. Nosotros apenas podíamos sujetar las cámaras. El gendarme simbolizó de manera extraordinaria la memoria de Francia."

Miembro destacado de la "Resistance" frances, liberador y superviviente de Mauthausen y luchador antifranquista. Recuerdo perfectamente la primera ocasión en la que le escuche hablar, con una lucidez política asombrosa a sus 80 y muchos años, repitiendo con fuerza la consigna: "Socialismo y democracia, socialismo y democracia, ese es el camino". Lo andaremos.

Podeis leer más sobre él aquí y aquí.

Salud y buenos alimentos.