Varias reflexiones post-Carnaval 2006 y una disculpa.

Empezaré por la disculpa:

Según un estudio reciente de la empresa Cruzcampo, que no logro encontrar en google, Cádiz es la única provincia en la que se bebe más cerveza durante en el mes de febrero que en los demás, pese a que este mes dura dos o tres días menos. Confieso que es culpa mia.

Como anuncié en el último post, he estado en Cádiz viviendo el Carnaval de mi tierra en su totalidad como no lo habia hecho en los últimos cinco años. Y como podrán comprender no estaba uno demasiado católico para ponerse aqui a escribir cosas más o menos coherentes. Tras esta disculpa intentaré ponerme al día durante esta semana publicando un tema al día como mínimo.

Y ahora las reflexiones:

1. Se jartan de entraná... pa ná.

Este título resume perfectamente el Concurso de este año. La idea es de la chirigota más heavi del carnaval -larga vida a Más Madera- que van de unos atletas flojos que se jartan de entrená pa ná.

Este año mucho se hablaba en los foros desde hace unos meses sobre el impresionante nivel de chirigotas del que ibamos a disfrutar en el COAC. Durante el propio concurso los medios locales: arradios y periódicos, se dedicaron a hacer lo que hacen en general con el resto de materias (des)informativas: producir ilusión y realidad que nada tiene que ver con la realidad real.

Y al final la realidad real se impone sobre las pajas mentales y el humo. Las mejores bajaron el nivel y las regulares lo subieron, ausencia de pelotazo evidente y pocas músicas y letras para el recuerdo. El concurso del Falla este año, en chirigotas, se ha parecido mucho a las etapas chungas del Tour de Francia, nada de escapadas ni de puertos - como mucho alguno de 2ª ó 3ª-, pelotón lento y final al sprint.

Todo el concurso comiendonos el tarro con el presunto nivelazo de chirigotas y en la final las que pusieron la garra y el interés fueron las comparsas -cinco pedazos de comparsas- y el cuarteto de Gago&Cossi que se consagra en la modalidad.

El carnaval del Concurso por años es más enlatado, el público más borrego y más ignorante en la materia y las agrupaciones más pendientes de la táctica/estrategia que de la frescura y la originalidad.

Y si encima el jurado castiga la poca originalidad que queda y los escasos tipos arriesgados y premia la mediocridad, apaga y vámonos... a la calle que es más mejón.

2. La calle gana al Falla, a pesar de...

No es ninguna tontería decir que el Carnaval callejero esta viviendo un momento inmenso, una época de oro. El fenómeno que surgió a principios de los 80 está madurando estupéndamente, y en su madurez se está convirtiendo en la reserva natural de la transgresión y de la poca verguenza gaditana -lo de reserva lo comentaremos después-. Este año se han podido escuchar verdaderos monumentos al cuplé encajados en ocho versos octosílabos que más quisieran algunas presuntas agrupaciones punteras. Las callejeras están haciendo de la calle un verdadero risódromo.

Año a año se gana en afinación, en calidad musical, en extesión en los repertorios y en originalidad en los tipos a interpretar. Cada año hay más agrupaciones, las que repiten mejoran y las que son las mejores se superan. Más letras, menos ensayos, menos postureo y más risas. Más de quince agrupaciones- contando a los romanceros- han estado a un nivel excelente y a diferencia del Falla, una de ellas ha dado un pelotazo: "Los pájaroespino", de los que hablaré en otra ocasión. Esto lo dice uno que ha escuchado casi todo.

Se ha producido un fenómeno peculiar, antes eran pocas las callejeras que llevaban guitarras y todas llevaban caja y bombo, ahora es al revés. Se buscan porques. Se impone la modalidad de 4/8 componentes acompañados por una guitarra.

3. ...bafles, botellón y coches.

Antes decía que el carnaval callejero se está convirtiendo en una reserva de los valores del carnaval de Cádiz. Y además, como a Jerónimo y a sus compis indios, lo estan expulsando de sus legítimas tierras y lo están confinando en autenticas reservas. El carnaval callejero vive asediado por el infame botellón, por los coches y por los bafles de las barras. Cayó la Cruz Verde, cayo el Manteca, cayó San Francisco Javier- ¿cuantas veces se habrá cantado en el codo de la calle este año?, cayó el Corralón, va cayendo el Tio de la Tiza y la escalera de la Torre Tavira.

Las callejeras se estan viendo obligadas a una diáspora forzosa por la gestión de un Ayuntamiento indecente que dejan impune el imcumplimiento de la ordenanza municipal que prohibe la instalación de bafles y que no cierra al tráfico las calles del centro.

Cada año es más complicado encontrar una esquina en la que cantar o en la que poder escuchar.

No es descabellado plantear que la marea del botellón y del ruido seguirá avanzando sino se le pone freno. Y la única manera de ponerle freno es desde la organización y la reivindicación. Miren que bien le va a los coros.

4. ¿Que pasaría si...?

Imaginen que un año no saliera ningún romancero ni agrupación callejera. El carnaval de Cádiz quedaría reducido a un concurso al que solo van los que lo pueden pagar, un pregón, una carpa de feria cutre de pueblo cutre, una cabalgata para reirse y una de reirse que es pa llorar -que escribieron los Carapapas-, cuatro carruseles de coro y cuatro tablaos que organizan las peñas. Nada más. Bueno si, los fuegos y la espectacular decoración que asombra a propios y extraños. Traer a dos triunfitos y a El arrebato no coment. Hay que decir alto y claro: el programa oficial del Carnaval de Cádiz es un gran mojón.

Pues esto es todo: disfruten del Carnaval Chiquito los y las que puedan. Ya solo falta un año para el siguiente carnaval.

Salud y buenos alimentos.